Day of the Dead -Question

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Wed Jan 5 06:00:10 UTC 2000


Dear Members,

    I include an article that a friend sent me from the Diario de Yucatan=20
concerning "el dia de los muertos". The thing that is puzzling, is the idea=20
that the Mayans regarded death with such fear and terror. Later in the=20
article it talks about hell. From what I've understood in my previous studie=
s=20
is that the concept of "hell" was imported into indigenous thought. Can=20
anyone indicate how accurate the article is, and explain in brief if the=20
Aztec view of after life was that different from other Mesoamerican peoples.=
?=20
Thanks.
                                            Henry Vasquez

Cr=F3nicas de Isla Mujeres (y II)


                      La visi=F3n de los antiguos mayas sobre el "m=E1s all=
=E1",

origen de la actual tradici=F3n del D=EDa de Muertos


El origen del festejo del D=EDa de Muertos viene de la

=E9poca prehisp=E1nica y para conocerlo acotamos aqu=ED algunos

conceptos del cronista franciscano fray Diego de

Landa, quien escribi=F3: "Cre=EDan (los mayas) que despu=E9s de la

muerte hab=EDa otra vida, y que =E9sta era buena o mala...

Esta gente ten=EDa mucho, excesivo temor a la muerte... Era

cosa de ver las l=E1stimas y llantos que por sus

difuntos hac=EDan y la tristeza grande que les causaban. Llor=E1banlos

de d=EDa en silencio y de noche en altos y muy dolorosos

gritos... Andaban tristes muchos d=EDas y hac=EDan abstinencia

y ayuno por el difunto".


                      Contin=FAa el fraile: "Muertos, los amortajaban

llen=E1ndoles la boca de ma=EDz molido y de una bebida... y con ellos

algunas piedras (como jade) de las que tienen por

moneda para que en la otra vida no les faltase de comer.

Enterr=E1banlos dentro de sus casas o a las espaldas de

ellas, ech=E1ndoles en la sepultura algunos de sus =EDdolos, y si

era sacerdote algunos de sus libros".


En algunas regiones mayas, si el muerto era un alto

dignatario tanto su mujer como sus sirvientes eran

sacrificados y enterrados con el fallecido, incluyendo

sus pertenencias, como artes de labranza o cacer=EDa.


Se=F1ala tambi=E9n el Padre Landa que los mayas constru=EDan

=EDdolos a semejanza del difunto. A la estatuilla le hac=EDan

un orificio en la parte superior de la cabeza y ah=ED

depositaban las cenizas de alguna parte del cuerpo del muerto, al

cual, adem=E1s, le desollaban previamente parte del

cuero cabelludo y con eso cubr=EDan el orificio del =EDdolo.


                      "Guardaban estas estatuas con mucha reverencia",

agrega el religioso.


                      Como informaci=F3n m=E1s contempor=E1nea (1935-1937),

incluyamos un texto del etn=F3grafo Alfonso Villa Rojas,

quien en su obra "Los elegidos de Dios" expresa: "Las

almas de los muertos no se alejan enseguida de la tierra,

sino que permanecen entre sus familiares llevando la

vida de costumbre y sin darse cuenta de su cambio de

estado".


                      "La revelaci=F3n de lo ocurrido tiene lugar hasta el

tercer d=EDa en que, estando presentes en el rezo que entonces se

                      habr=E1 de efectuar, oyen mencionar su nombre como el=20=
de

la persona fallecida. Este descubrimiento les causa

                      profunda amargura y les hace llorar sobre su fosa toda

la noche. En ocasiones el llanto es escuchado por los

                      vecinos. Al amanecer del d=EDa siguiente emprenden el

viaje hacia el lugar que les corresponda".


                      "En su otra vida, las almas reciben el premio o el

castigo que ganaron con su conducta terrenal. Los mayas

                      sustentan que, con excepci=F3n de las almas que van al

infierno, todas la dem=E1s retornan anualmente a la tierra para

                      disfrutar de una semana de vacaciones entre sus

familiares. Como agasajo, es costumbre dedicarles rezos y

                      comidas durante ese tiempo, de aqu=ED que tal costumbr=
e

sea conocida con el nombre de Hanal Pix=E1n o Comida de

                      las Almas".


                      De acuerdo con la creencia, "las primeras en hacerse

presentes son las almas de los ni=F1os, las cuales llegan a la

                      tierra en la madrugada del 31 de octubre, =E9ste es el

d=EDa de los ni=F1os. Para recibirlos debidamente se les dedican a

                      modo de desayuno ofrendas de atole nuevo (sahz=E1) y

elotes sancochados (chabil-nal). Este acto tiene lugar en la

                      iglesia y oratorios (altares) familiares... El

desempe=F1o de la ceremonia queda a cargo de cualquier var=F3n que sepa

                      el ritual correspondiente. Los familiares y personas

concurrentes son obsequiadas luego de las cosas ofrendadas".


                      "Por la tarde se repite el homenaje con ofrendas de

platillos especiales, tales como gallina guisada (chacbil-cax),

                      dulce de calabaza (cabil-kun), pedazos de sand=EDa,

atole nuevo, chocolate, galletas y otras golosinas. Para

                      compartir del regalo (matam) que se hace de estas

cosas al terminarse de rezar, los vecinos se invitan

                      mutuamente y con la abundancia de comidas y golosinas

especiales el ambiente se hace festivo".


                      "Por la noche se enciende una vela sobre cada tumba,

barda o albarrada para que los =E1ngeles vean su camino. Al

                      d=EDa siguiente, en la madrugada llegan la almas de lo=
s

adultos, se les reciben de modo igual con los mismos rezos;

                      adem=E1s, sus tumbas son barridas y adornadas con flor=
es

de Chacsik=EDn".


                      La flor de zempatz=FAchitl o cempas=FAchil a la que se

recurre ahora no es originaria de esta regi=F3n.


                      Y contin=FAa Villa Rojas: "Por la tarde, el homenaje s=
e

efect=FAa en las casas, all=ED, sobre una mesa, se improvisa un

                      altar en el que se pone la cruz fiadora de la familia,

una vela encendida y las ofrendas correspondientes para esta

                      ocasi=F3n. La comida principal consiste en chimole de

gallina o de puerco, las bebidas y golosinas que se a=F1aden

                      son iguales a las del d=EDa anterior. Como de costumbr=
e,

los vecinos se obsequiar=E1n de esta ofrendas".


                      "Por la noche no es preciso encender velas sobre sus

tumbas, en virtud de que las almas de los grandes pueden

                      ver f=E1cilmente su camino".


                      Tanto en el d=EDa dedicado a los ni=F1os como en el de=
 los

adultos se tiene cuidado de separar una parte de las

                      ofrendas y colocarlas en una j=EDcara que se cuelga de

un sost=E9n a la entrada de la casa para las almas que no tiene

                      quienes se acuerden de ellas.


                      Comenta tambi=E9n el investigador que en los siguiente=
s

d=EDas algunas familias muy religiosas se ocupan de rezar y

                      hacer peque=F1as ofrendas a sus difuntos y al llegar e=
l

octavo d=EDa, cuando concluye la semana de vacaciones, se

                      despide a las almas con los mismos festejos que a su

llegada.


                      Dice Villa Rojas: "El d=EDa siete de noviembre tiene

lugar la despedida (ochavario) de los ni=F1os y al d=EDa siguiente, la

                      de los grandes".


                      "Entre las comidas que se ofrecen en ambos d=EDas se

debe incluir como platillo especial el llamado chachcuah,

                      especie de pastel relleno de pollo y coloreado de

achiote, el cocimiento de este platillo se ha de hacer en el pib u

                      horno subterr=E1neo".


                      A grandes rasgos, =E9sta es la tradici=F3n de nuestro=20=
D=EDa

de Muertos, tan alterada por la inmigraci=F3n de personas con

                      otras costumbres.


                      Si bien es cierto que ninguna tradici=F3n permanece

est=E1tica, bueno ser=EDa tratar de conservar al menos los elementos

                      b=E1sicos del festejo, en especial por el respeto y

admiraci=F3n que propios y extra=F1os tienen por la cultura maya, tan

                      denigrada ahora hasta por quienes descendemos de tan

ilustre raza.


                      Luchar por conservar nuestras costumbres y tradiciones

es tarea de todos. Es com=FAn que en algunas escuelas los

                      alumnos sean motivo de burla por llevar apellidos

mayas, porque se ignora que hay demasiadas razones para

                      estar orgullosos del legado de un pueblo que sigue

sorprendiendo al mundo por sus magn=EDficas construcciones y

                      que a final de cuentas son s=F3lo una peque=F1a muestr=
a de

los notables avances de la milenaria cultura.-

                      (Colaboraci=F3n del Sr. Fidel Villanueva Madrid,

cronista de la ciudad de Isla Mujeres)

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