Perú: La escuela indígena del Qhapa q Ñan: ¿Imaninantataq Sumaq Kausay?*
Renato Athias
renato.athias at GMAIL.COM
Tue Feb 6 08:32:10 UTC 2007
30 Enero 2007 0:24
Perú: La escuela indígena del `Qhapaq Ñan': ¿Imaninantataq Sumaq
Kausay?*, por Javier Lajo
En su propuesta del 2 de octubre del 2006, el hermano Evo Morales,
Presidente de todos los indígenas del continente, hablando sobre el
`Sumaq Kausay', dice: Construyamos una verdadera comunidad de naciones
sudamericana para `vivir bien'; y luego define: "Vivir bien, es pensar
no sólo en términos de ingreso per-cápita sino de identidad cultural,
de comunidad, de armonía entre nosotros y con nuestra madre tierra". Y
en otra parte remacha: "Nosotros -los indígenas- no creemos en la
línea del progreso y el desarrollo ilimitado a costa del Otro y de la
naturaleza… tenemos que complementarnos… Debemos compartir". Esto para
muchos que subestiman la grandeza y potencia de nuestra cultura andina
puede parecer…, ¿Poesía indígena?, ¿Romanticismo?, ¿Buenos deseos?…
Veamos ahora brevemente la estructura "filosófica" que explica y da
coherencia al `Sumak Kausay' o `Allin Kausay". Es parte principal de
la antigua escuela del Qhapaq Kuna y su pedagogía práctica del Qhapaq
Ñan o `Camino de los Justos'.
Es cierto que antiguamente en la confederación del Tawantinsuyu no
existió una institución educativa institucionalizada o `escuela'
andina separada de las otras instituciones sociales, similar a la que
existe hoy en occidente, en donde al niño se le separa de las
actividades productivas-económicas, pero también "domesticas", para
fundamentalmente enseñarle la `lecto-escritura' y que así pueda
acceder a la `cultura de los libros' y pueda avanzar individualmente
en el aprendizaje de la cultura y la ciencia.
En la cultura occidental la división social del trabajo tiene un corte
fundamental entre el trabajador manual y el trabajador intelectual, y
esto determina un tanto el `super-elitismo' de los intelectuales y la
suerte de los niños en su forma y estilo de educarse en la `escuela'
como institución `aparte'. En todas las culturas esto no ha sido
igual, sociedades como la Inka, Maya o Azteca, han sabido manejar la
creación, acopio, sistematización, almacenamiento y transmisión de la
sabiduría y el conocimiento, según sus propias y particulares formas
de dividir el trabajo social. Pero este es otro tema, aquí solo
queríamos precisar que en nuestra cultura andina la forma de educar a
nuestros niños ha sido (y sigue siendo de alguna manera) un tanto
diferente en dos sentidos: El primero es que los educandos aquí se
acercan mas a la sociedad productiva-reproductiva, en vez de alejarse
en una `institución educativa' aparte, y el segundo es que los
educandos al no estar divididos entre `manuales' e `intelectuales', no
entran en una dinámica elitizante y de privilegio, o por lo menos la
formación de categorías o jerarquías entre los educandos es de otro
tipo muy diferente a la creación de "aristocracias intelectuales".
Ahora solo vamos a referir algunos principios de nuestra `sabiduría
educativa' (1) y dejaremos para futuros artículos el tema de la
`tecnología educativa' o sistema del `Qhapaq Ñan' y su estructura
`pedagógica' milenaria que nos enseña los secretos de la Pachamama o
madre natura a través del principio de la vincularidad (2).
Hace ya varios años, el hermano quichwa del Ecuador, Luis Viteri
Gualinga, desde las oficinas del BID, transmitía un documento titulado
"Visión Indígena del Desarrollo", en donde cuestionaba el concepto de
"desarrollo", no solo como inútil para la cosmovisión indígena, sino
"altamente peligroso". Visto bajo los cristales indígenas, el
`desarrollo capitalista', por sus vínculos con los principios
ambiciosos y angurrientos del `lucro y la ganancia', puede matar la
vida sobre el planeta. Y eso es lo que esta pasando. Entonces no
solamente es altamente peligroso para los indígenas, sino que por eso
mismo los conceptos de `desarrollo' y `progreso' combinados con
`lucro', `ganancia', `especulación financiera', `operaciones
offshore', y otros conceptos de la economía moderna, tienen
significados de veras perversos para toda la humanidad. Pero, ¿
Alguien podrá parar y ponerle fin a esta senda apocalíptica?.
El Allin Kausay, que está compuesto por los términos: `Allin', que es
`buenísimo', `magnifico', `esplendido' y el `Kausay', que es `vida' o
mejor aun `existencia'; se pude traducir primariamente como:
"espléndida existencia". Viteri Gualinga dice que "… por la diversidad
de elementos a los que están condicionadas las acciones humanas que
propician el `sumak kausai', como son el conocimiento, los códigos de
conducta éticas y espirituales en la relación con el entorno, los
valores humanos, la visión de futuro… Visto así, constituye una
categoría en permanente construcción".
El Allin Kausay, `esplendida existencia' o ` vivir bien', es un
principio importante de la disciplina o `modo de vida'
andino-amazónico, que se inicia con el Allin Ruay, o el `hacer bien'
las cosas, es decir, `hacerlas realmente' y para esto se precisa que
cada cosa surja o `devenga' de un equilibrio de pares proporcionales,
que es como se comprende el orden natural en la sociedad indígena. La
oposición complementaria y proporcional o `Yanan-Tinkuy' entre `las
paridades', por ejemplo del calor-frío, la luz-oscuridad, lo
alcalino-ácido, lo masculino-femenino, etc, es lo que produce "el
existir real" de las cosas en movimiento, como la vida, el buen clima,
la paz, la armonía, el trabajo, etc.; en cambio también puede surgir
la des-proporción o desequilibrio de los pares y este es un deterioro
del Allin Kausay que es lo que crea situaciones anómalas, pero no por
eso `malas', las enfermedades, las tempestades, el dolor, el
desempleo, etc, es decir todo lo que nos hace sufrir. El ser humano
comprendiendo este comportamiento del medio natural, propicia entonces
el llamado "equilibrio h'ampi" que es el arte de saber encontrar el
`justo medio' según el momento y la circunstancia, en este complejo
juego o trama de fuerzas pares que predeterminan cualquier situación
del `kausay' o `existir'. No esta demás señalar que en este `hacer
bien las cosas', el `punto medio' entre los pares de fuerzas no es lo
mismo que el `justo medio', aquí en las culturas indígenas, debe haber
un equilibrio entre los criterios cuantitativos, pero también
cualitativos, que es lo que diferencia a la lógica indígena de la
occidental que es una lógica prioritariamente cuantitativa, lo cual
deviene de su paradigma de origen en `la unidad' y no en `la paridad'
que es el paradigma indígena. Así el criterio de verdad no se da por
dogmas idealistas como es la costumbre del occidente, pero menos por
la simple práctica, sino por la búsqueda y el encuentro del
`equilibrio h'ampi'.
El `Ñan' o Camino, o búsqueda del criterio de verdad en la cultura
indígena de los andes, es simbolizada por una diagonal, en runa simi o
quechua se dice `Ch'ekkalluwa', cuya traducción literal es `línea de
la verdad', por eso mismo el "Qhapaq Ñan" o Camino de los Justos, esta
construido sobre una recta diagonal que traza un ángulo de 45° del eje
norte-sur y que cubre gran parte del hemisferio, recta encima de la
cual están construidos nuestros principales templos milenarios,
teniendo como centro la ciudad sagrada de Tiwanaku. Pero el Allin
Ruay, o `hacer bien' solo cubre uno de los tres `Pachas' de la
cosmovisión Inka: el del Kay Pacha o mundo `de aquí y de ahora'. Y es
que el Kay Pacha también es producto del equilibrio del par
fundamental o `Hanan Pacha-Uku Pacha', que son dos mundos en
movimiento sucesivo y permanente contractivo-expansivo, dinámica que
los Mayas conocían como el `estado Ollin'. Esta dinámica `Ollín' o
`Yanan-Tinkuy' (en Quechua), es la que construye el `aquí y el ahora'.
Para simplificar diremos que el `presente' es producto del equilibrio
o `encuentro' entre el `pasado' y el `futuro' o lo que es `casi' lo
mismo entre el Hanan Pacha y el Uku Pacha, ambos también identificados
con los principios del Allin Yachay o `pensar bien' y el Allin Munay o
`sentir bien', respectivamente.
De esta forma el equilibrio pleno para el Allin Káusay es producto del
justo medio entre el `sentir y el pensar' y en donde el criterio de
'verdad' (o Ch'ekka) es la conciencia plena del momento y la
circunstancia del Allin Káusay o `esplendida existencia' como buen
producto del sentir y pensar equilibrados o complementariamente
proporcionales. Esta es la "filosofía" simple de nuestra cultura
andina, mas difícil es practicarla, pero no es tanto cuando se aprende
desde niño, a no dar un solo paso en falso.
La cultura occidental ha privilegiado el `pensar' desde sus orígenes
en la Grecia antigua, por eso los Inkas cuando llegan los españoles
los señalan como `yachayniyoq', y no se equivocaron pues hasta hoy los
occidentales no dejan de usar el `logos' y la `epistheme', la razón y
la ciencia como sus principales armas y "virtudes". Pero han
descuidado mucho su parte afectiva, sus sentimientos, su corazón. Para
eso sirve el `Allin Munay', principio Inka que señala que para vivir
espléndidamente se debe `querer bien', `amar fuerte', saber sentir al
cosmos, a la comunidad, a los semejantes y al medio circundante, a la
madre natura, a la Pachamama. Imaginemos las limitaciones de un
empresario capitalista, un ejecutivo gerente tratando de recordar y
llevar a la práctica su curso de "inteligencia emocional", de `sentir'
su `responsabilidad social' para con la comunidad o su
`responsabilidad ecológica' para con la naturaleza… "sensiblerías
arcaicas", diría: estas debilidades emotivas pueden debilitar mis
cuentas bancarias… O peor, imaginemos a los curas desde el pulpito
clamando por "caridad" con los trabajadores y empleados de las
empresas, o "clemencia" para los ríos y lagos contaminados..
Estos principios Inkas del `Allin Munay' o `querer bien', `sentir
bien'; el `Allin Yachay' o `pensar bien', `saber bien' y finalmente el
`Allin Ruay' o `hacer bien', son pues los tres pilares sobre los que
se construye el Allin Káusay o Sumac Káusay, término este último que
tiene una connotación estética pues "Sumac" es una adjetivo que
califica lo hermoso, lo bello, pero que en las culturas indígenas
suele coincidir con el `Allin' que es lo `bueno', `lo espléndido', `lo
excelente'. Así los principios éticos, en nuestro Orden Andino
coinciden plenamente con lo estético.
Desgraciadamente la cultura occidental ha privilegiado excesivamente
`el pensar' en sus disciplinas de conocimiento y `de vida', esto como
producto de su filosofía monomaniaca, que deviene de su mito de origen
neoplatónico, que es la "unidad creadora", toda su ciencia y por ende
su tecnología esta condicionada al principio de que "ciencia es
medir", calculan todo bajo su medida `única' que es La Razón o `El
logos' de su existencia, más allá de `su medida' allanan cualquier
otra `cualidad' trascendente y tienen su máxima en el "cogito ergo
sum", el `pienso luego existo' de Descartes, pensador que representa
la entronización de las matemáticas en el subjetivismo o
`individualismo' científico y con ello la potenciación del llamado
`plan baconiano' del `saber es poder', que significa la separación
total y el dominio del sujeto sobre el objeto, que es uno de los
pilares de la modernidad, en donde el "homo occidentalis" (valga el
neologismo) quiere dominar a la naturaleza -y mas aun, a `la
realidad'- a través del `Saber' pretendiendo conocer `absolutamente'
sus características para manipularlas a través de la invención de
`leyes'. Imaginan a la Pachamama como una gran máquina, capaz de
poderse manipular y explotar sin medida ni contemplación. Esto es, sin
duda alguna, lo que ha ocasionado la ruptura de los vínculos de la
civilización occidental con la Pachamama.
Bajo estos conceptos se mueven, pues, los mecanismos del `desarrollo'
y el `progreso' de occidente en los territorios indígenas que
constituyen todo el continente americano o `nuevo mundo' y muchos
otros territorios del planeta, por esto es que son principios
sumamente peligrosos no solo para los indígenas, sino para el resto de
la humanidad. Presentamos estas objeciones desde nuestras culturas
indígenas porque pueden servir para recuperar el "equilibrio h'ampi"
del planeta, pues los indígenas creemos que ya no se trata solamente
de salvar nuestras culturas y nuestros pueblos de la postergación y
exclusión a la que nos han sometido por mas de cinco siglos, sino de
aportar a la solución de problemas planetarios como la pobreza
endémica, las guerras, el calentamiento y la inestabilidad global del
clima, fenómenos humanos y naturales que ya han matado a muchos miles
y que amenazará, muy pronto la existencia misma del planeta. Y no será
la primera vez que esto pueda suceder por la vocación suicida de
alguna cultura desequilibrada.
(*) ¿Imaninantataq Sumaq Kausay?, interrogación en quechua que dice:
¿Qué significa pues, el vivir bien?.
Notas:
1) La palabra `filosofía educativa' no la usaremos porque es
disfuncional a nuestra cultura, en otra parte explicaremos esto.
2) Ver: Javier Lajo: "Qhapaq Ñan, la ruta Inka de sabiduría", Edit.
Amaro Runa-CENES, Lima 2005.
Fuente: Argenpress, Prensa Argentina para todo el mundo,
http://www.argenpres.info/nota.asp?num=039162
1 Comentario»
1.
PROLEGÓMENOS A LA CULTURA RUNA
"El problema del indio de hoy, es que sigue concibiendo y
profesando credos ajenos, no confía en su propia sangre, duda de sus
propias capacidades, duda de su lengua. Pareciera que las secuelas de
la colonización han quedado impregnadas más en la mente que en la
sangre. Necesitamos sacudirnos de estos bretes internos, para
liberarnos en pensamiento y acción"
La cultura, entendida como el conjunto de conocimientos y
maneras de vida que toman los pueblos, las familias o las personas
dentro de un territorio y su propia cosmovisión, hacen que sean
distintas unas de otras. Esta diversidad de filosofar y desfilosofar;
sobre, el entorno y el universo, promueven que las culturas convivan,
supervivan y encuentren puntos a veces coincidentes, a veces
contradictorios hasta diametralmente opuestos dentro del equilibrio
natural de la vida social que se encapricha en el tiempo.
En una de estas perspectivas, la cultura «RUNA» vive y se
desarrolla enmarcada; como, una de las diversidades de la cultura
universal que cohabita en su lecho, con el valor, la ética, la
conciencia dual, pluralista y sostenible hasta el momento; pero ello
es totalmente adversa a la concepción y a las aspiraciones
urbano-centralistas y hasta, hiper-centralistas. Su visión y su
actuar, no sólo es incomprendido, más bien es juzgado, hasta
considerado como obstáculo para «el Desarrollo del país» y obviamente
inaceptable en nuestra concepción. Entonces está claro, que, es
momento que los indiostengan la oportunidad no sólo de buscar espacios
o de mendigar comprensiones, sino, de protagonizar iniciativas propias
y acciones convenidas que permitan reconquistar nuestra autoestima
colectiva como pueblos y como individuos inherentes y cobijados en una
lengua dulce, expresiva, aglutinante y adecuada a nuestras esperanzas
sociales.
Se agradece a los peruanos que pensaron y piensan en la sangre
india o runa, que actuaron y actúan en nombre de millones que andan
confundidos con los Apus, los Awkis y la Pachamama; empero, nos falta
«re-auto-descubrirnos» como raza en el tiempo y en el espacio actual
circundante; hoy, es nuestra obligación moral para auto-reafirmarnos,
auto-impulsarnos y fortalecer nuestro legado histórico; no, para
petrificar o fosilizarlo, mas bien para dinamizar y reivindicarla ante
el mundo, rehaciendo, perfilando y puliendo nuestra cultura en la
contemporaneidad universal, apoyados en la gran experiencia científica
y cultural de nuestros ancestros que se tiene de sur a norte, de este
a oeste, momentáneamente enterrada; es hora del «AYARACHIY», es hora
de exhumar espiritualmente a los «Ñawpaq kawsaqkuna» (seres
ancestrales), para que oxigenen y revitalicen nuestra sangre y nuestro
pensamiento.
No es para nosotros favorable la manera de existir o coexistir,
imitando concepciones occidentales de economía, traducidos solamente
en lo monetario y no en la productividad integral y solidaria del ser
humano; necesitamos creer en nuestras propias capacidades y confiarnos
entre nosotros los indios, lejos de seguir creyendo y obedeciendo al
poder externo como lo venimos haciendo hoy. Nos empecinamos en aquello
que muchos prefieren resumir en el concepto de que la única forma de
subsistir en el mercado globalizado es siendo «competitivos», con esta
aseveración sencillamente ya por inanición estaríamos fuera de ello,
porque ¿Quién pone las reglas de juego en la Globalización?, por
ejemplo el ALCA; a pesar de que muchos prefieren aceptar que ya somos
«globalizados». Creo, mas que globalizados somos las albúminas que
servimos para cebar las economías de algunas culturas que dicen ser
«Desarrolladas», que pregonan el humanismo; sin embargo, sus prácticas
son contrarias y para ello nos quieren concienciar diciendo que
absolutamente todos, estamos en esta «oportunidad horizontal de la
globalización». Creemos que para participar dignamente de las
oportunidades de la globalización, tenemos que empezar a
auto-reafirmarnos en nuestra identidad, en nuestras formas
productivo-recreativas y en la autodeterminación de nuestras
aspiraciones que generen espacios interculturales retributivos, en la
que las fortalezas del globo terrestre no se expresen en culturas
superiores e inferiores, en culturas desarrolladas y en culturas
embrionarias u otro similar; sino, que el país y el mundo entiendan
que sólo existen culturas diferentes, que tienen formas distintas de
interactuar en el contexto. Entonces, demandamos una relación
simétrica y equitativa.
Definitivamente, para este fin lo único que tenemos en las manos
es nuestra potencialidad histórica y estas potencialidades tienen que
ser desarrolladas de manera creativa; no solo para integrarnos sino,
para actuar protagónicamente dentro de ello, sin caer en el
«oportunismo»; pensar, en el eterno orgullo de nuestro pasado, sería
como haber muerto en carne y alma o daría a entender que los herederos
de la cultura milenaria nos hemos quedado en el conformismo, añorando
nuestro pasado. El indio de hoy debe ser el Awki (espíritu) viviente
del presente siglo, que se alimenta de su historia; para, mirar
firmemente el futuro adverso y con firmeza convertirlo en prominente y
coherente la visión cultural india, labrada en roca firme que perdure
en el tiempo, construyendo y reconstruyendo inquebrantablemente con
las generaciones venideras de acuerdo a los contextos, sin perder la
raíz de nuestro árbol genealógico, con una identidad ideológica y
cultural. Por ello, pueden cambiar, hasta variar el ritmo, la
vestimenta de nuestras danzas, como del Wayliya, el Wiphala, el Anti,
etcétera; empero, lo que debe quedar es el espíritu, el alma, la
mentalidad mágica de la persona, del danzante, del músico y del ayllu
que convive, disfruta y comparte en su realidad con la naturaleza.
Invoco a las organizaciones campesinas e indígenas del país, a
luchar por un movimiento cultural de unidad indígena.
¡¡Multipliquémonos para sumarnos; no, para dividirnos!!.
Comentario de VICTOR LAIME MANTILLA — 31 Enero 2007 @ 12:26
Fonte: www.servindi.org
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